Las galletas caseras de Manuela son una explosión de sabor que siempre anhelaré. El desayuno variado me dejó boquiabierto, con todo, desde tostadas hasta zumos frescos. Además, la piscina en el jardín es el lugar perfecto para relajarme después de un día explorando el palacio.

Si bien no hay ascensor y la subida puede ser un poco cansada tras un día de visitas, todo brilla con la calidez del lugar, haciendo que vale la pena cada paso.

El desayuno buffet fue variado y delicioso.

La ducha en nuestra habitación era demasiado estrecha, lo que hizo que ducharme fuera complicado. Además, las instalaciones, como la falta de un bar o máquina expendedora, hicieron que fuera difícil encontrar agua, algo básico en un hotel. Aunque el lugar es histórico y tiene su encanto, los servicios no cumplieron con mis expectativas.

A. Decoración Art Déco
B. Amabilidad de la dueña
C. Desayuno delicioso

A. Conexión Wi-Fi inconsistente
B. Falta de actividades para niños

No te pierdas la oportunidad de disfrutar de un tour histórico por la localidad, donde el personal comparte valiosos conocimientos culturales.

Lo esencial, sin rollos

Un hotel encantador con un patio relajante y decoración auténtica. Aquí puedes disfrutar de un delicioso desayuno, aunque el aparcamiento puede ser problemático y hay falta de ascensor para quienes lo necesiten. hay que tener en cuenta la seguridad del Wi-Fi abierto. En general, un lugar acogedor, pero que necesita algunos ajustes.

El lugar es un verdadero remanso de paz, con salones y pasillos que invitan a disfrutar. el naranjal y el jardín son un encanto. El desayuno, servido en el refectorio, delicioso y con un ambiente encantador.

No tengo ninguna queja.

Un lugar tranquilo, con sabor a historia. Habitaciones cómodas e ideales para relajarme. Desayuno delicioso, con productos locais que souben a gloria. A Dama Manuela, un encanto de persoa. Non podo pedir máis, un auténtico agasallo para os sentidos.

Un lugar encantador para disfrutar en familia. La combinación de la historia de la casa y su jardín lleno de detalles decorativos hace que la estancia sea memorable. Nos encantó el desayuno delicioso y la amabilidad de la dueña, que nos hizo sentir como en casa.

A mis hijos les habría encantado que hubiera más actividades al aire libre para ellos.

Disfruté mucho de la tranquilidad del lugar y los jardines. La cama en mi habitación era cómoda y el desayuno incluía productos regionales. Un día, después de un paseo, me relajé en la piscina, que fue una experiencia refrescante. Me encantó la amabilidad de la gente que trabaja allí, siempre dispuestos a ayudar. Regresaría sin dudarlo, fue una visita memorable.

No había suficientes actividades de ocio y no pude jugar a mesa de ping-pong como quería.

Me encantó la tranquilidad del lugar, el ambiente acogedor y el delicioso desayuno con productos locales. La Doctora Manuela, con su amabilidad y conocimientos, realmente hizo nuestra estancia especial. La decoración del hotel tiene un encanto histórico, y la piscina es perfecta para relajarse en días calurosos.

La ducha en nuestra habitación era muy incómoda debido a su estrechez. A veces, la conexión Wi-Fi era inconsistente y el aparcamiento puede ser un poco complicado.

El lugar ofrece un ambiente tranquilo y acogedor, perfecto para relajarse, especialmente en su jardín. Disfruté de un exquisito desayuno con productos locales y la atención personalizada del personal fue un gran plus. Sin embargo, la ducha en mi habitación era algo estrecha y la falta de ciertas comodidades, como un bar, podría mejorar la experiencia.

un palacio encantador y acogedor

hermoso jardín, desayuno variado

espacio limitado

La piscina no está limpia, pero el desayuno es excelente y el personal es muy atento.

excelente desayuno, personal atento, limpieza piscina.

Impecablemente limpio y con un servicio extraordinario que te hace sentir en casa.